Las cuerdas de fibras naturales se utilizaron desde la antigüedad para diferentes usos, se pueden observar, por ejemplo, en las representaciones Egipcias (1.500 a.C.) o en las descripciones de los relatos de Marco Polo.
Cada comunidad desarrolló su proceso de trabajo y cada fibra requiere una metodología de corte, secado y entrelazado. También dependerá del diámetro final de cuerda que se busque y las condiciones anatómicas de la fibra con la que se esté trabajando.
Las cuerdas hechas con bambú fueron muy recurrentes en Asia, especialmente en China y aún hoy se pueden encontrar en uso en algunas regiones del sur tanto para usos marítimos, portuarios como en construcciones e ingeniería.
Los tejidos para cuerda se dividen básicamente en dos tipos: los torsionados y los trenzados.
Los primeros se realizan con 3 o mas tiras de bambú y se forman mediante la torsión de las tiras sobre sí mismas y luego la torsión de todas ellas en conjunto. El trenzado se realiza habitualmente con 3 tiras, se puede aumentar el número si se necesita mas diámetro final, y consiste en realizar una trenza superponiendo las tiras entre sí.
En muchas ocasiones para conseguir mayor resistencia de la cuerda, se fusionaban las dos técnicas comenzando con el trenzado de las tiras y luego la torsión de las cuerdas ya trenzadas.
Fuentes:
Imágenes:
Imágenes:
Fronzaglia
B.,
2006
Hidalgo 2003
Needham
1970
Rajan
M.P.,
Iyer
N. & Pandya
Ghanshyam,
2004
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